De Pinochet a la Guadalupana

Represión, genocidio, dictadura, explotación, tiranía, asesinato, corrupción son algunos de los conceptos que se me vienen a la mente al oír el apellido Pinochet. Casi lloro al ver en la televisión como festejaba gran parte del pueblo chileno la muerte del ex comandante; y me preguntaba si ahora que ya no esta, los interesados en verle pagar por sus crímenes políticos puedan sentirse aliviados o satisfechos del todo.

¿Qué ironía no? Muere el Día internacional de los derechos humanos dejando miles de procesos pendientes por asesinatos efectuados durante su mandato 1973-1990. Muere un domingo de verano previo a las vacaciones y posterior a las celebraciones de la virgen de Chile. (Muy milagrosa la virgen!!!!)

Siempre digo que el infierno esta en esta vida y todo lo que hagas bueno o malo lo pagas aquí. Es como ir a un restaurant, llegas eliges lo que te vas ha comer, invitas, te invitan, consumes rápido o disfrutas de cada bocado pero al final no te vas sin pagar la cuenta.

Y pasando a otras cosas……..

Salieron unos fieles Tamaulipecos del Santuario de Cd. Victoria rumbo la basílica de Guadalupe en el Df. Mientras hacían su recorrido rezaban el santo rosario y cantaban fervientemente “Desde el cielo una hermosa mañana, desde el cielo una hermosa mañana.”

Antes de salir del Estado le dicen al padre que encabezaba la peregrinación: padre! ya no hay comida y todavía nos falta un buen trecho, ¿que hacemos?
El padre les dijo: Pues a empanzonarnos de agua que traemos mucha!
Y siguió la peregrinación “la Guadalupana, la Guadalupana, la Guadalupana bajo al Tepeyac.”

Pero pasando San Luis Potosi se les termino el agua, ya traían sed ademas de cansancio.
El sacristán le dijo: ¿Qué hacemos padre?
El padre le dijo: Pues ni modo hijo! Ya se acabaron hasta las hostias, tendremos que darles del vino de consagrar. Y siguió la peregrinación “ y era Mexicana, era Mexicana, era Mexicana………….”


Y por fin llegaron a la basílica de Guadalupe sin sed, sin hambre ni cansancio pero eso si con una borrachera a toda madre que entraron cantando a ritmo de banda “¿que le pasa a Lupita?... ¡No se!........ ¿Qué es lo que quiere?..... ¡bailar…….. mambo, mambo, mambo… sì,si,si!