domingo, marzo 29, 2009

En el camión


¡Sufri! Hace mucho que no me encontraba en un dilema, (la verdad que casi todos los días pero este fue diferente) me encontraba yo haciendo Pilates en el camión es decir tensando todos los músculos de mi cuerpo para poder equilibrarme y no caerme de hocicó en un camión que viaja por la avenida a 70 km por hora con más de cincuenta pasajeros de los cuales alrededor de 20 están parados. Los pila- bus asi lo he llamado porque deberás que haces equilibrio, resistencia y o flexibilidad es practicado sin cama especializada no requiere de tapetes ni siquiera ropa cómoda ya que si pagas tu pasaje de $4.50 y no alcanzas asiento, tienes derecho a tomar la clase que se da en las horas picos 6:30, 13:30, 14:30, 16:30 y 19:00, sencillo es cuando te puedes agarrar con las dos manos y tus pies están separados a la altura de tu cadera con lo cual obtienes equilibrio, pero esta posición tiene sus variaciones cuando por hacer espacio tienes que cerrar tu posición y agarrarte con una mano, hay gente que es mañosa y se recarga en los asientos, eso no vale, ni tampoco que te recargues en los compañeros de clase aunque cuando el camión frena de sopetón es imposible no hacerlo, en ese momento todos vuelven a acomodar la postura y se continua con la clase. En fín me encontraba yo en la clase de 7:30 cuando frente de mi vi a unos púbertos sentados del lado de la ventanilla los dos escuincles estaban rayando el vidrio con no se qué cosa, los mocosos le raspaban con gusto al vidrio dejando la huella de su presencia en el camión. Yo estaba a punto de gritarles y exponerlos en frente de todo el camión, uno de ellos sintió la mirada inquisitiva que yo le lanzaba y por un instante dejo de rayar el vidrio inmóvil y viendo de reojo si todavía lo observaba, pero después de un rato de percibir mi pasividad reanudo su quehacer, mientras el otro púber que estaba en el asiento frente a él rayaba con una pieza más grande el lado de su ventana. Yo continuaba pasmada pensando que es lo que podría hacer: les digo que por acciones como esa los concesionarios del transporte se justifican para no cambiar las unidades, pues dicen que la gente es cochina. Pensaba al mismo tiempo en el que quería hablarles y decirles que no lo hicieran o mejor para ser más discretas bajar por enfrente del camión y decirle al chofer lo que sucedía atrás fuera de su vista. Pero nada de eso hice, como tampoco lo hicieron las otras personas que se dieron cuenta de lo que pasaba. Me forme en la fila para descender del camión como si eso no fuera mi problema, que triste pero así fue.