martes, marzo 07, 2006

Ser mujer.

El estado del género no es propio del sexo. El primero esta determinado por la cultura en la que el individuo se desarrolla. Tienes sexo femenino aprende a desarrollar el instinto materno jugando con muñecas. Tienes sexo masculino, acostúmbrate a llorar sin que te vean o a no llorar, desarrolla tu instinto de protección

Las sociedades han evolucionado manteniendo y respetando las características básicas de cada género dentro de una cultura universal. Hombres y mujeres nunca serán iguales genéticamente; pero en la cotidianidad del mundo actual ambos pueden desarrollar las mismas actividades laborales.

Cada generación es distinta, cada una genera cambios basados en sus propias necesidades se subsistencia. En la historia de las nuevas civilizaciones el sometimiento y explotación hacia un ser humano, ha traído como consecuencia miles de guerras. Las independencias, revoluciones o cualquier movimiento social que el individuo provoque, son siempre efectuados bajo el único instinto básico comprobado en los animales “la sobrevivencia.”

No es gratuito que después de dos mil años las mujeres gobiernen naciones, trabajen en minas, mantengan familia y jueguen futbol. No es en el siglo pasado donde la mujer comienza a trabajar. Ellas y ellos siempre han trabando con el fin perpetuar de trascender.

¿Ventajas y desventajas del género?

Alicia, de sesenta y cinco años, contesta rápidamente “Uno tiene más ventajas porque si no estás preparada puedes servir en una casa; entras fácil como mujer”. Continúa hablando animadamente de cómo la mujer inspira confianza pero al pensar en las desventajas hace una larga pausa para reflexionar; el movimiento de sus ojos va de un lado a otro tratando de encontrar una respuesta y responde titubeante: No puedes meter a una cantina, no te puedes meter algún tugurio. ¡No debes Meterte a alguna cantina!; aunque creo que ya hay para mujeres. Responde firme, segura de si, acomodándose en su silla y enderezando la postura.
Por su parte mientras juega con la cuchara del café dando pequeños golpes sobre la mesa. Sara, de cuarenta y cinco años de edad, busca tranquilamente una respuesta Tenemos muchas libertades .Responde esperando una aceptación a su respuesta y continua A lo mejor también el hombre pero este… una mujer convive más que los hombres…. Somos más sociables…. Nos acoplamos más. Deja la cuchara y se cruza de brazos para continuar respondiendo titubeante, sus respuestas son rápidas y su pie comienza a moverse rápidamente como signo de inquietud, se detiene, cruza la pierna y dice: Ahora tiene más libertad por parte de los esposos cuando son casadas, más que nada eso.

Para las que tenemos hijos, yo creo [la ventaja de ser mujer] principalmente es que podemos tener hijos. Carla responde y en su rostro aparece una sonrisa satisfecha, sonrisa que se le va desvaneciendo al pensar en las desventajas de ser madre. En que eres responsable de tus hijos y te olvidas un poquito de ti. Ya no tienes tiempo para ti como cuando eres soltera Parece que Carla se siente un poco apenada por pensar en ella, como si tomar el papel de madre obliga a dejar el de mujer. Tal ves sienta un poco de culpa, tal vez no.
Mientras se mece en la silla y observa de reojo el televisor Zugey, responde rápidamente a las desventajas: Que no es fácil conseguir trabajo. Enfoca su atención a sus recuerdos y con un poco de recelo continua ciertos trabajos te llegan a pedir requisitos físicos que no todas los tienen o los tenemos. Se sigue meciendo en la silla y mientras acomoda su cabello largo con una sola mano y su mirada se clava en el piso piensa en lo que va ha contestar y dice: Las mujeres de antes eran más sumisas, mas abnegadas y había menos libertad que las de ahora. Acto seguido levanta la mirada sonríe con alivio diciendo. Las de ahora son más liberales.

La característica de ser madre sigue siendo un fuerte distintivo de ser mujer, la capacidad física que dada la naturaleza de engendrar, obliga al género a tener una percepción romántica no sólo en cuanto a la deformación del cuerpo, también es una forma de pensar, de sentirse ciento por ciento mujer si se tiene hijos.

En la percepción de algunas de las mujeres entrevistadas, existen muchos trabajos para la mujer; en su mayoría son de organizadoras y atención al público. Continuamente aparecen en los diarios solicitudes de trabajo que dicen: “Solicito recepcionista, buena presentación entre 18 y 23 años” A la mujer se le exige verse bien porque es el rostro amable, la figura tranquila, mediadora. La posibilidad de ser un puesto clave en cualquier organización siempre y cuando no exista un embarazo de por miedo que culmine con la posibilidad de continuar en el trabajo a instancias de los empleadores, sin importar la legislación vigente.

Las buenas costumbres y los principios se van modificando con los tiempos. Muestras de libertinaje con el tiempo se convierten en actos de libertad. La crianza al cobijo del seno de una familia con la presencia de la figura de un padre y una madre no es garantía de la calidad moral de una persona.

La percepción que la mujer tiene de su propio género es conservadora, a pesar de la transformación de las normas y las costumbres. En el discurso, la mujer se revela consciente de un rol asignado por la sociedad característico de los espacios privados y con múltiples límites en el ámbito público, nociones ambas características de una sociedad que, a pesar de lo que se diga, continúa repitiendo viejos esquemas.

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